O directamente, nadie lo entiende, y no pasa nada.
Rememoro mi vida... Y me doy cuenta, de que estoy conectando conmigo mismo, con ese niño interior, con el niño, que siempre estará en mí.
Me doy cuenta de que los finales felices no existen, ni la pareja perfecta, ni el amigo perfecto, ni la familia perfecta.
Ayer por la noche miré hacia adentro, hacia mí, y con todos mis miedos, con todo lo que me guardo para mí, aunque también comparta hacia los demás, y simplemente, en la quietud, me doy cuenta de que soy, estoy orgulloso de mí, he sido como me ha nacido, sin echar culpas, sin cumplir expectativas, sin esperar nada.
Me doy cuenta, de que la única persona que me ama con todas mis virtudes y defectos, con todo, soy yo mismo, nadie más, jamás, y empiezo a amarme, empiezo a decir lo que siento profundamente, a ser, simplemente.
No necesito demostrar nada a nadie, y me encargo de cuidarme, y de vivir el presente lo mejor y celebro sus futuros éxitos, porque... (dejo el final abierto a interpretación)
No hay comentarios:
Publicar un comentario