Me gusta conectar con mi niño interior, con ese niño llamado "Dios".
Confío en mí más que nadie... Nadie va satisfacer nuestras necesidades más profundas.
Me permito caer en el ego y salir de él, para poder experimentar lo que he venido a hacer en este mundo.
Y ya no me importa ser incomprendido, raro, juzgado, mil y una veces.
Porque hace tiempo comprendí, que es una bendición poder despertar, poder ser.
Admito todas y cada una de mis imperfecciones, así como mis virtudes.
Soy humano, soy luz, soy yo.
Lo que soy, soy, y el Universo me cuida y me da todo lo que necesito a cada momento.
Gracias, a ti que me lees, a la vida, a todo lo que tengo, a todo lo que vivido, a todo el sufrimiento, a todo lo que soy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario