Nunca había tenido amigos... iba de ciudad en ciudad, de casa en casa, aniquilando a los supervivientes... la guerra de la luz y la oscuridad había sido librada, ahora solo quedaban escombros y ruinas... incluso en los corazones, incluso en el mío.
En una de las casas, encontré a alguien... quizá un fantasma, quizá una ilusión, o quizá un recuerdo de un amigo... el único que he tenido, el único que supo ver la verdad... así que decidí perdonar a aquel chico, ingenuo, no tenía ni idea de quiénes eramos mi compañera y yo... decidió acompañarnos, ella lo acunó entre sus brazos, pues sabía tan bien como yo, que tenía un asombroso parecido con "él".
¿El motivo de mis incursiones? supongo que venganza hacia el mundo... es un motivo bastante pésimo, pero por ese motivo, pateo, golpeo, mato... así de simple.
Quizá penséis que soy un monstruo, quizá, tengáis razón... pero son gajes del oficio, en esta guerra no pueden quedar supervivientes... tan solo oscuridad.
En cierto momento... me alejé de aquellos dos, les dejé con su charla... total, era la última ciudad... ahora ya nada me quedaba... ningún motivo, la luz había protegido un enorme lugar, y sinceramente, algo de mí me impedía dirigirme allí, algo me decía que no hiciera más daño... que todo me sería revelado en cierto momento, cambiando mi existencia.
No hice mucho caso... tan solo la parte de la ciudad, y porque ya estaba cansado de asesinar gente.
Emprendí un vuelo hacia el cielo... la ilusión desapareció... aquel que me traicionó... que me condujo a la oscuridad, impidiendo que ingresara en los caballeros luminosos... me tentó, caí como un idiota, confiando en su amistad... lo quería como el hermano que nunca tuve.
Desde entonces, decidí ser lo que los luminosos denominan malvado... destruir a todo, y a todos... pero ya nada importa, después de todo, murió en la guerra que él mismo provocó.
Sigo ascendiendo por el basto cielo, y me pregunto... ¿habrá alguien que me eche de menos? ¿que espere mi regreso? ¿habrá alguien capaz de perdonarme? lo dudo... pero no puedo seguir avanzando, estoy tan apegado a este oscuro mundo, que no soy capaz de seguir ascendiendo... que pierdo el equilibrio, de los nervios... tengo miedo de alcanzar las estrellas, y desaparecer... de que realmente, alguien me eche de menos y sufra por mi culpa... de descubrir, que yo también tengo corazón.
