miércoles, 30 de agosto de 2017

Aprendí...

Aprendí que...
no es malo tocar el suelo, que cuando te hundes en la oscuridad, tus sombras no te abandonan.

Aprendí a conocerme en mis peores momentos, de desesperación, soledad, tristeza... a hacer caso a esos sentimientos reprimidos, a aceptarme por completo.
La oscuridad no es mala... solo incomprendida, y por suerte o por desgracia, necesitamos de ella en nuestro aprendizaje.

Aprendí que la diferencia entre las buenas y malas personas, es que las buenas personas, aún teniendo oscuridad, eligen la luz, porque te da paz, porque es lo correcto, porque es la esencia de la vida.
Las malas personas eligen la oscuridad, porque se perdieron a si mismas al rechazarse, al dejar que su ego tomase posesión completa. Al dejar morir sus sueños, olvidar su esencia... vivir en un bucle constante de malicia.

Aprendí que la clave para vivir sin malicia es aceptar al ego, no rechazarlo... escuchar esos sentimientos, pensamientos, y canalizarlos en fuerza.

Aprendí que hay personas que se merecen una segunda oportunidad, y otras que no se merecen nada.

Y lo más importante... aprendí que la luz y la oscuridad, el bien y el mal, el yin y el yang... son energías opuestas pero complementarias, así como la vida y la muerte... la luz crea, ama, la oscuridad destruye, odia... pero ambas son las caras de una misma moneda... la vida.

jueves, 24 de agosto de 2017

Unión de fuerzas

Si algo he aprendido es a que la luz y la oscuridad no pueden reinar por separado, a que ambas se necesitan.

La oscuridad es dura, amarga, con malicia y rencor... pero sin el amor de la luz, es triste, e infeliz.

La luz por otra parte es inocente, pura, e ingenua, amable, todo corazón... pero sin la fuerza imparable de la oscuridad, es débil, deja de brillar sin motivación, sufre demasiado.

Así pues... el equilibrio es la clave para dejar de sobrevivir en este mundo luminoso lleno de oscuridad. Hay que ser lo suficientemente fuerte para salir adelante... pero lo suficientemente débil como para amar, dejarse amar, y ser feliz.

domingo, 20 de agosto de 2017

El ciclo de la muerte

Alguien que con sus palabras y sus hechos... te hace demasiado daño. Alguien que te prometió cuidarte... y te falla.

¿Debería uno dejar la ventana abierta? ¿debería esperar? seguir el camino es lo único que sé... no parar de caminar, recorriendo la vida.
Es lo que siempre he hecho... solo, acompañado... pero no me he detenido. Quiero seguir aprendiendo, seguir viviendo, hasta que llegue mi momento. Quiero... seguir siendo feliz.

Y aunque me duela... nadie va a poder detenerme. Eso si... una vez fuera de mis dominios... volver es difícil.

Los reinos de la oscuridad impiden la entrada al dolor... las manos llamadas lamentaciones... desgarran al igual que su amo se sintió desgarrado, roto.

domingo, 13 de agosto de 2017

Deteniendo lamentaciones

Ya no me ahogo con ellas... si las lágrimas caen, está bien.
Si con ello sano, está bien. Aprender a no juzgar... te abre todo un mundo de posibilidades, te hace ver felicidad donde antes no la veías... te hace dejar de temer.

Pienso que los auténticos locos son los humanos "normales", que solamente creen lo que ven, no saben sentir realmente.

El hubiera ya no existe.
El ahora... existe.
Encontrar mi propósito... ser luz, dar amor... poder confiar en alguien plenamente, como si nunca te hubieran dañado.

viernes, 11 de agosto de 2017

Oscuridad benévola

Prefiero tener oscuridad en mi corazón que dejar que nadie me vuelva a dominar, que ser alguien que juzga y no empatiza, alguien que abandona a los demás, una persona más en este mundo, lleno de personas frías. 

No soy perfecto pero sé reír como un "loco", ser feliz, y ser una persona que aporta luz. 

Quién me quiera que me apoye, quién no, fuera de mi camino, al final me he dado cuenta que me siento mal: cuando perturban mi paz, cuando en vez de apoyar, desestabilizan, cuando juzgan en vez de comprender, cuando, en definitiva, rechazan la oscuridad porque no son capaces de asumir la suya propia. 

Estoy harto de personas aparentemente perfectas y buenas, prefiero a las personas que asumen sus derrotas, que aprenden, y que ayudan, las ovejas negras, los incomprendidos. 

Porque cuando más he necesitado de los demás en el pasado, en mis primeras etapas, todo el mundo me rechazó convirtiéndome en un paria, maltratos psicológicos y emocionales que a día de hoy han tenido consecuencias. 

Demasiado dañaron el inocente corazón de un niño que solo quería vivir dando amor y recibiendo.

En tener un demonio y un ángel en mi corazón.

Prefiero batallar solo... que con personas ausentes.

miércoles, 9 de agosto de 2017

Monstruoso ego

Al sufrir tiempo atrás, al no tener a nadie, al sentirme solo, destrozado, débil... cree un monstruo. Un monstruo que representara a mi ego... apariencia, personalidad, vida en definitiva. Lo peligroso de esto es que ese ser tome posesión en tu vida... y que cuando aparece luz, trate de consumirla... no se deja ayudar, fue odiado y odia a partes iguales. Solo tú puedes comprender a tu monstruo... y al final, al darle vida, vive por siempre... y es una parte que tienes que aceptar, porque nadie es perfecto. Solo tú puedes darle amor. Me protegió en mis peores momentos... y me advierte de personas con maldad, pues no hay peor enemigo que el que habita en nuestro interior.

viernes, 4 de agosto de 2017

Imperfección

Demasiadas veces me hirieron, demasiadas veces me dijeron que me querían y tan solo les interesaba para utilizarme, para llenar sus carencias, para ilusionarme y después destrozarme. Lo que está roto, ya no puede aplastarse más... ahora solo queda volver a resurgir, como siempre he tenido que hacer, porque rendirse no es una opción. Pero quién quiera estar en mi vida... que sepa que lo común no es lo mío, que cargo con una pesada mochila, y que subidas y bajadas están a la orden del día, pero que no hay nadie que sea más leal que yo, porque yo puedo estar orgulloso de quien soy, de seguir vivo y no sobreviviendo, de pertenecer al rebaño. Y aun teniendo maldad en mi interior, escojo la bondad, y aun teniendo oscuridad, escojo la luz, mi esencia. Orgulloso de ser imperfecto en un mundo de falsos perfectos.

martes, 1 de agosto de 2017

Títere del destino

Yo podría haberlo sido... si me hubiera conformado con el sacrificio exigido.
Mis opciones eran, por un lado ser víctima, hundirme, o ser el verdugo que tanto sufre en las sombras... La oscuridad parecía ser la única posibilidad, la única salida, la más acertada, en lo que todo desembocaría.

Pero no, no podía aceptar eso, no quise aceptarlo... pues si me rendía, ya no podría seguir adelante, ni tan siquiera mirarme al espejo.

Así que, con mucho esfuerzo, empecé a cambiar... deje de repetir patrones tóxicos que me dañaban, de alimentarme en la oscuridad, y comencé a tomar las riendas de mi vida, a ser el protagonista. Comencé a afrontar mis miedos, a mis peores demonios.

Las personas, las situaciones, crearon demonios en mí. Y otras tantas, crearon ángeles.
La luz jamás se extinguió, tan solo languideció, disminuyendo su intensidad... brilló a pesar de las lágrimas, a pesar de la tristeza, brilló y las lágrimas dejaron paso a sonrisas.