Nuestro ego... lo que ven los demás, lo que vemos nosotros... facetas, personalidades de nuestro interior, reflejadas en el exterior.
Yo veo... y los demás ven... a alguien fuerte, irrompible... dramático, soñador, inteligente, loco, sensible... maleducado, educado, egoísta, generoso.
Nada se acerca a la verdad... la perfecta combinación de luz y oscuridad... el que sufre y disfruta al mismo tiempo... alguien que no teme, alguien que simplemente, vive.
Puro, sin una pizca de maldad... frágil, inocente e ingenuo... así era él, tan solo un niño, un niño que deseaba ser aceptado y comprendido... su único final feliz era saber lo que es sentirse amado y valorado, tener amigos, una familia que lo quisiera.
¿Y qué hicieron? lo destrozaron... le manipularon, humillaron, haciéndole sentir inferior.
Él tan solo quería ser como los otros... sentir que encajaba en el mundo, importarle a alguien.
Así que un buen día, tras muchos años de constante maltrato... pese a que intentaron salvarle, ya era tarde, demasiado tarde.
Pese a que algunos le pidieron disculpas... él murió, su sombra, surgida del dolor tomó su lugar... y desde entonces, su final feliz es poseerlo todo, al precio que sea... es lo que ansían todos los villanos, todas las sombras.
Él mismo se acabó aceptando... y aprendió una lección, el que nace maldito, muere maldito... nadie amará a la oscuridad, pues nadie la sintió en carne propia ni sufrió lo que él sufrió.
Jamás podrán entender... solo él, y a pesar de todo... su luz no se apaga, ni ha dejado de amar... ni de ser sensible, y en el fondo su final feliz sigue siendo el mismo... no sentirse huérfano.
Es uno de los peores sentimientos... te convierte en una persona victimista, que siempre busca culpables de sus desgracias... y justifica de ese modo sus acciones, y su infelicidad.
Pero... es un sentimiento ligado a una emoción, y esa emoción es casi imposible evitarla... la sientes arder dentro de ti.
Así que hay que aprender a gestionarla... ¿quieres "igualar" a esa persona? eso sí es imposible... solo puedes mejorar y ser la mejor versión de ti mismo.
Si aun así sientes envidia... aceptala y tratala como a cualquier otra emoción, deja que fluya a través tuya, sin que te contamine.
Deja que te infunda coraje para reconocer la verdad... déjala libre.
Todos nos sentimos así en algún momento de nuestras vidas... momentos en los que miramos a los ojos de las personas que amamos y solo vemos dudas, decepción, o incluso temor.
Los "malvados" no siempre lo fueron... varias cosas les hicieron cambiar... y quizás con un poco de amor verdadero podrían sanarse, quien sabe... son personas fuertes y a la vez tan sensibles, que solo alguien como ellos podría comprender lo que ocultan detrás de la capa de hielo y de esas irónicas palabras.
¿Qué define a la maldad? ¿y a la bondad? como tantas otras cosas... tan solo son conceptos humanos.
Aunque si me tuviera que decantar por uno... sería la "maldad", pues te permite mayor libertad, de hecho, te permite hacer lo que quieras... decir lo que piensas, y quererte a ti mismo.
La "bondad" es seguir un camino recto, anteponer a los demás a ti, y no... divertirte.
A la hora de la verdad, son conceptos muy difusos... la gente buena no siempre es tan buena, igual que la gente mala no siempre es tan mala... y existen los grises, que pueden ir variando según la situación.
Pero hay algo que no cambia a pesar de todo, la luz innata... esa permanece inalterable, y en los actos de una persona se demuestra quién vale la pena y quién no.
¿Por qué no aprendemos de nuestros errores? cuesta corregir los malos hábitos... cambiar la forma de ser, para ser una mejor versión de ti mismo.
Cuesta ser diferente... ser alguien "especial" en este mundo.
Quizás el pensar demasiado es el origen de tanto drama... quizás solo hay que dejar que todo suceda... y disfrutar la parte buena.
Nunca perdemos, tan solo aprendemos, pese a que el precio sea un mar de lágrimas.
Nací en un mundo donde todo importaba menos el amor... confíe totalmente, ¿de qué me sirvió? aún albergo en mi interior aquellos dolorosos recuerdos... solo sirvieron para hacerme fuerte.
Mi corazón estaba congelado... y de repente apareciste tú, sin nada especial a la vista, más allá de tu sonrisa y de tu mirada, profunda y sincera.
Supiste atravesar mi alma, te colaste en mis sueños, despertando sentimientos profundos... sin proponértelo me deslumbraste con tu luz, con tu hermosa esencia.
Todos te valoran pero a la vez, no saben ver la clase de luz que ilumina todo a su paso... la luz de tu corazón, es lo que más me sorprendió.
¿Te has enamorado de mí, te preguntarás? no tienes de que preocuparte, no es el caso.
Esto es distinto... es algo único, una amistad que trasciende todo lo que antaño conocí... sé que jamás habrá nada entre tú y yo, tan solo permiteme acompañarte y ayudarte a encontrar tu final feliz.
Pues este soy yo, alguien frágil y duro a la vez, sensible y frío, alguien que se encariña demasiado... y al igual que la fortaleza vino junto con las experiencias, no puedo evitar ser como soy, raro y complicado.
No puedo ni quiero evitarlo... es mi esencia, y no pretendo asustarte con ello... no temas, no has de hacer nada que no quieras hacer.
Mi corazón se derritió, yo me permiti volver a sentir... para mí no existe la lógica, ni el tiempo... en poco tiempo me has llegado al alma.
Y eso, me inquieta, ¿acaso fuiste alguien importante para mí en otra vida? no estoy seguro... solo sé, que no considero extraño amarte, el tiempo dictará sentencia... pero mi corazón ya ha dictado la suya, y es apostar por mi felicidad, y por las personas como tú, que me brindan su agradable compañía, su apoyo, y su sinceridad.
No me decepcionarás, lo prometo, pues he aprendido a no esperar nada de nadie... simplemente agradeceré y disfrutaré tu compañía, con la esperanza de que algún día triunfes plenamente... y compartas tu inmensa felicidad con este humilde servidor.
Desde que apareciste en mi vida, ya nada es igual... y no importa, no necesito nada de ti... tan solo que confíes en mí, lo suficiente como para abrir tu caparazón y que yo pueda ayudarte a ver quién eres realmente... como un día hicieron conmigo.
Solo quiero que seas feliz, tanto si decides tomar mi amistad fraternal como si no, siempre albergarás un hueco en mi corazón... y te recordaré como ese alguien que logró cambiarme a mejor.
Es curioso... cuando no tenemos ningún problema aparente, nosotros mismos nos lo creamos, a pesar de estar en paz... a veces tenemos que dejar de buscar peleas donde no las hay.
Si de repente te viene un problema... todo se vuelve un caos, pero y si en vez de estar días y días dándole vueltas... ¿te desahogas en el momento? de repente todo lo ves diferente... es entonces cuando realmente eres consciente de tu fortaleza, de en lo que te has convertido, una mejor versión de ti mismo.
Es entonces cuando empiezas a respirar pausadamente... cuando recuerdas que sigues cerca de todo y de todas aquellas personas a las que amas... por el camino de la vida hay piedras, pero también bellas flores, de todos los tipos y colores.
Busca esa luz dentro de la oscuridad... y recordarás que tus fuerzas no se han desvanecido, si no que aumentan continuamente, listas para ser utilizadas.
Madurar significa saber pasar página... significa dejar la etapa de la niñez-adolescente... dejar las dudas, empezar a asumir tus propios errores y aciertos... dejar de preocuparte por lo que otros piensen de ti, y ser consciente, de que debes tomar decisiones, tu propio rumbo... decidir lo que quieres hacer con tu vida, y asumirlo.
No significa que dejes de soñar, ni de alegrarte, ni divertirte... muchos confunden madurez con amargura, negatividad, seriedad... ser oscuro no es ser maduro, casi al contrario... culpar a los demás de tus problemas es inmaduro.
A unos nos cuesta más, a otros menos... así es la vida, cada persona somos un mundo aparte.
Tendriamos que meditar bien las decisiones que tomamos... siempre se puede dar marcha atrás, rectificar... ¿pero no es más sencillo si dejamos de un lado lo que debemos o lo que quieren que hagamos, y hacer lo que nosotros queramos? nuestra vida, nuestras decisiones... buenas o malas, de todas podemos aprender algo.
Día a día lo voy logrando... en mi mente aparecen recuerdos, recuerdos de un pasado... y recuerdos del presente, todos ellos me hacen darme cuenta de los errores cometidos.
Es difícil... pero poco a poco voy perdonandome, perdonando a los demás... porque me merezco una nueva oportunidad, la oportunidad de ser feliz sin ataduras que me atormenten.
Las lágrimas y la rabia contenida desaparecen... y del dolor me quedó con la fortaleza, pues me servirá para enfrentar el resto de adversidades que me deparan.
Antaño pensaba lo contrario... que el amor te debilitaba.
Siempre digo, que todo en esta vida cambia, según la percepción con la que se mire... el amor nos da la fuerza necesaria para seguir adelante con una sonrisa, y nos ilumina la vida.
Aunque lo más difícil, por mucho que cueste creerlo, es amarte a ti mismo... pensaba que lo había logrado, y tan solo era una ilusión.
Requiere de más que alejar de tu vida todo lo negativo... requiere de propiciar cambios, cambios tangibles, que determinen el rumbo.
Por el momento, lo sencillo es amar a los demás tal y como te gustaría que los demás lo hicieran... y como te gustaría amarte tú.
