martes, 20 de septiembre de 2016

Traiciones al descubierto

Duelen, para qué negarlo... para que negar que nos producen sentimientos negativos... que incluso llegan a derrumbarnos.

Pero, acaso todo lo vivido, ¿no es aprendizaje? ¿acaso no nos vuelve más sabios, precavidos, y fuertes? pues aunque la gente oscura nos rodea, sucede lo mismo con la gente luminosa, aquellos que nos hacen volver a creer en el ser humano, en que la gente buena existe.

No nos lamentemos porque nos hayan hecho daño y nos hayan traicionado, tampoco de las lágrimas derramadas.

Aprovechemos el tiempo, surjamos una vez más de nuestras cenizas, pues que seamos felices o infelices tan sólo depende de una persona... nosotros mismos.

viernes, 16 de septiembre de 2016

Llama de la esperanza

Asolado, arrinconado... sin salida, así se siente uno en ocasiones.

Sientes que no puedes ni respirar... que en cualquier momento, sufrirás, el peligro se acerca, y no puedes, ni debes huir.

No entiendes que motivos impulsan a otros a tratarte así...
entristece el alma, el pensar que ya nada será igual.

Pero de repente, miras en tu corazón...
una llama sigue encendida, brillando, iluminando tus pasos...
esa llama te salva, te salva de la desesperación que sientes.

Tú lo sabes...
esa llama jamás se apagará, ni con mil tormentas de nieve, ni en toda la oscuridad que te rodea...
cándida ella, llena de amor.

No estás solo...
nunca lo has estado, ella, siempre te acompañará adónde quiera que vayas.

sábado, 10 de septiembre de 2016

Indagando...

Quién te quiere, te lo demuestra...
No es necesario que constantemente lo busques, que le hables...
Si realmente le importas a alguien, se preocupa, te pregunta cómo estás, hace lo posible para verte triunfar, o para ayudarte a levantarte cuándo te caes.

Algo llamado costumbre, me frena...
Algo llamado ego, me confunde...
Realmente ya no duele, ya no te causa nada, simplemente, aceptas.

Por ser original te desprecian, te ignoran, o te envidian...
¿Y qué? Realmente el amor que más nos tiene que importar es el que sintamos por nosotros mismos.

Las personas vienen y van...
Te enseñan, te ayudan, o te desestabilizan...
Todo con un fin...
La cuestión es, ¿para qué fingir?
Lo mismo que dan es lo que deberían recibir.

Dicen que perdonar es de fuertes, pero olvidar, de inteligentes.

Nuestro destino desemboca en el mismo lugar...
Así que, ¿para qué odiar?
Ignorar, ya es otra cosa.