Sabes bien lo que es nacer estrellado, sabes bien lo que es no sentirte en casa.
Sentir el peso del mundo, sentir como cada energía te influye.
Ser sensible y amar de corazón, tiene un precio que no nos dijeron, ser consciente forma parte del proceso.
Pero tendrás miedo de conocer las respuestas, de romper moldes impuestos con cariño, pero con ignorancia.
Cuando menos te lo esperes, otros ángeles aparecerán para guiarte, sentirás como la tristeza, vestida de una dolorosa oscuridad, te susurra.
El ego se instaura en ti, como una vocecita, que te va tentando a la locura, un rencor que adormece a tu niño interior, ese que con una rabieta, reclama atención.
Pero, ¿sabes lo mejor? Que todo es una ilusión, si, como lo lees. Simplemente has olvidado a la luz que hay en ti.
Pura energía, puro amor, Dios, llámalo como gustes, pero sabes bien en tu interior, lo que sientes en esencia.
Esas ganas de empezar de nuevo, de soñar, de reír, de plantar flores en el fango, pues en la más absoluta penumbra, es donde más brillan.
Empiezas a ser consciente, de que eres, de que soy, de que somos, polvo de estrellas.
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