sábado, 16 de julio de 2016

Luci

Era un día cualquiera, en una fecha cualquiera... el joven Luci se dirigía a una casa nueva, a una nueva vida, con más comodidades, dejando el dolor atrás.
No podía ni imaginar lo que sucedería en esa aparente casa de ensueño... llegó junto a su familia, y por supuesto todo era increíble... gran casa, gran jardín, gran piscina... muebles antiguos vintage, lujo sin parangón.
Una vez la noche cayó, se empezaron a escuchar ruidos "extraños" por ciertas habitaciones... paredes moviéndose... luces que se encienden y se apagan... Luci pensó que se trataba de una broma desagradable por parte de los antiguos dueños.
Buscando cobertura (la cuál no había mucha, precisamente...) salió al jardín, tranquilizándose mientras... inesperadamente, un rayo surgió veloz desde el oscuro cielo, impactando con desgarradora fuerza  en su mano derecha, ocasionándole quemaduras... especialmente una curiosa, y extraña, marca interna, la cuál él notaba pese a no poder verla.
Volviendo desesperado a la casa, y terriblemente asustado, observó varias figuras en el suelo, ocultas por la oscuridad, tuvo que acercarse para ver de quiénes se trataban... no había sentido más pánico en toda su vida.
Esas figuras, esos rostros... ¡no! pensó... era su familia, yacían en el suelo, con múltiples cortes y cuchillos clavados alrededor... con cierta nota sangrienta en la pared, en la que ponía: acepta tu destino, Lucifer.
El joven no dio crédito, no podía tan siquiera pensar con claridad después de lo acontecido... con paso ligero, abandonó la casa, buscando ayuda en ese tormentoso y aciago día.

A la mañana siguiente, Luci se encontraba realmente asustado, nervioso... roto, tan solo de pensar en todo lo que sucedió anoche... trató de preguntar a los lugareños de la zona por la persona llamada Lucifer... estos le observaron, inquietos, indicándole que solo una misteriosa organización podía darle más información acerca de dicho nombre... que solo los incautos se atreverían a pronunciar ese nombre. Así pues, el joven fue hasta una antigua escuela, donde se congregaban los miembros de dicha organización... llamada Sanctorum. Una vez allí, vio a una chica, que no esperaba encontrarse... su mejor amiga, Lucia.
Con cierto temor de que le tomara por paranoico, Luci le contó todo lo sucedido... ella, con extraño asombro, y cierto temor... le miró, y le respondió que todos en aquel lugar, incluida ella misma, habían tenido experiencias similares... muertes grupales, con solo un superviviente, y un mensaje oculto... Lucifer, ese soy... o quien sabe, quizá el término oscuridad me defina mejor.
Llegado el momento de la reunión semanal, todos hicieron una misteriosa prueba, crear muñecos vudú, de cada miembro... para protegerse así de Lucifer, decían los responsables.
Después, destapar la prueba de que todos habían sido marcados por Lucifer... Luci y Lucia se lo hicieron el uno al otro... atravesarse una mano con un clavo, destapando así, la marca demoníaca.
Los miembros de más alto rango pusieron en duda la veracidad de dicha marca del joven, solo por ser diminuta y concisa, cuando Lucifer acostumbraba a dejar marcada toda la mano.
Finalmente, aguardaron pacientemente... para demostrar que ya estaban protegidos de cualquier posible daño... pese a todo, Luci no podía estar seguro, más bien sentirse seguro, pese a estar rodeado de tanta gente, y al lado de su amigo.
A esta, le dijo que si le clavaba las uñas, significaba que Lucifer le había atacado, y que debía pedir auxilio. Pasado un tiempo determinado... todos se estaban yendo, nada había pasado... pero de pronto, una cuchillada, dolor en el cuello, caída al suelo... Lucifer le había atacado, él pidió auxilio, y nadie hizo caso.
Más cuchillos, esta vez con sangre, más cuchilladas, gritos de pánico alrededor... uno a uno, todos fueron cayendo, y lo que es más terrorífico... levantándose con un brillo rojo en sus ojos... empezaron a atacarse unos a otros, a devorarse... Luci no lo podía creer, finalmente iba a morir.
Entonces... algo impactante sucedió, Luci miró directamente a los ojos del demonio, y lo que vio... no podía creerlo. Lucifer...

Realmente no había sido un día cualquiera, Luci se había ido con su madre, a dicha casa... porque estaban cansados de soportar el maltrato de su padre.
El día... era el de su cumpleaños, pensaban celebrarlo por todo lo alto, libres al fin de las temibles garras de aquel monstruo.
Luci siempre había sentido un rencor oculto... él no quería, pero sentía rencor extremo, primero hacia su "padre", pero también hacia el resto de su familia, y luego hacia el mundo, que se las daban de hipócritas, defendiendo causas perdidas, y no centrándose en su sufrimiento.
Esa noche, su padre llegó a la casa, persiguiéndoles... Luci salió al jardín para llamar a la policía, para pedir auxilio... había escuchado dichos ruidos, pero los había achacado a la presencia de su padre en la casa. El joven siempre se había preguntado, desde que nació, el significado de su nombre... pues era el único niño con dicho nombre, y la gente siempre se asustaba al escucharlo... el nombre se lo puso su padre.

Cuando contempló el rostro de Lucifer... recordó aquel mensaje de la pared, y también recordó las palabras de su amiga... Lucifer, era él, y él era Lucifer, ese era su verdadero nombre.

Una luz iluminó la habitación... y una misteriosa voz, le dijo... Lucifer, hijo mío, lamento tanto el daño que te causé... sé que no me puedes perdonar, tampoco te pediré que lo hagas.
Solo hay una cosa que te puedo pedir... mira dentro de tí, observa la oscuridad que se ha creado... sé capaz de perdonarte a tí mismo... aunque tu oscura parte nos haya asesinado.
Con lágrimas en los ojos, Lucifer se dijo a sí mismo... eres parte de mí, yo te perdono... no hagas más daño, tú eres yo, y yo soy tú... perdona por haberte ignorado todos estos años, por haber ignorado tu tristeza, tu sufrimiento... por haberte dejado solo.
Misteriosamente, la luz iluminó toda la habitación... los cadáveres, la sangre, los cuchillos... todo desapareció.

Todo volvió a aquel día... el padre de Lucifer había acudido para pedirle perdón, todos lo hablaron, todos lloraron... él mismo llamó a la policía, para entregarse por sus errores.
Su madre, Eva, le contó el origen de su nombre: aquel que es bendecido con la luz, y que podría sucumbir a la oscuridad.
Intrigado, el joven fue con su familia hasta una bella escuela, llena de niños y profesores, que les contaban la historia de Lucifer, de como este ángel, se convirtió en ángel caído, y después en demonio, al haberse sentido traicionado por los demás.

Lucifer se sentía feliz... él si recordaba todo lo acontecido durante dichos días... pero se le había brindado otra oportunidad, una oportunidad donde al perdonarse... todos vivían, su familia, su amiga... la oportunidad, que se brindó a sí mismo.

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