Coraza y ego

La coraza nace cuando sientes que ser tú no es suficiente para sobrevivir en este mundo, un mundo que condena la vulnerabilidad y la confunde con debilidad. Así pues, para protegerte, o eso piensas, recurres a una máscara, una máscara con la que ocultas tus auténticas emociones, y con la que vives, olvidándote de tí mismo, desechando esa vulnerabilidad, ese corazón. Llega un momento en el que la máscara se rompe... aunque antes de eso, da lugar a un pequeño engendro llamado ego. El ego puede ser bueno, o malo, pues realmente son conceptos humanos, de la mente. Pero el ego nace del auto odio, no soportas mirar tus "debilidades", tus emociones negativas y sentimientos oscuros. Y empiezas a hacer prevalecer el ego, hasta que un día, te miras al espejo, y te preguntas, quién eres tú? hay gente a la que ese día no le llega, porque han sido consumidos por el ego. Pero cuando despiertas... lloras, y vuelves a llorar. Para encajar, para ser "normal", te abandonaste a tí mismo, a lo más preciado de esta vida, te dejaste de amar. Triste no? Pues es la realidad de muchos... y sé bien de lo que hablo, pues antaño fue la mía, yo pasé por todas esas etapas. Y no soy perfecto, y el ego, una vez nace, forma parte de tí, pues es tu parte rota. Pero he aprendido a convivir con él, a saber identificarlo, pues mi esencia es lo que en realidad soy. Tan sólo quería comunicaros... que nunca es tarde para perdonaros a vosotros mismos... para ser realmente felices, despertando.

Rumbo hacia el desconcierto

No sé en lo que pienso a veces... de si debería ser más luz, o más oscuridad... supongo que nada es blanco o negro, por más que uno se empeñe.

Odiar, amar... ambas caras de una misma moneda... la vida debería tener un manual, pues a veces te pierdes, sin rumbo, sin guía.

Aprendiendo a confiar

Hasta que no apreciamos lo que tenemos... no sabemos lo perdidos que estamos, en la oscuridad del destino.

Ver lo oscuro es mi precio, esperar lo luminoso, mi lucha.

Cuando uno no sabe que pensar, lo mejor es dejarse llevar... sentir sin miedo, perdonar y perdonarse, pues en las imperfecciones se hallan cosas bellas.

Amar siempre es un nuevo aprendizaje... aprender de nuevo, sabiendo que corres el riesgo de que te fallen, de que destruyan tu preciado corazón.

Amar sin riesgos es imposible... aprender a convivir con ello, difícil.