viernes, 2 de febrero de 2018

Siendo yo

Os voy a confesar algo... Estoy despierto.

Durante mucho tiempo, la depresión tenía el control... Después vino la ansiedad, que se acrecentó con la pérdida de personas importantes en mi vida, o eso creía.

Hace tiempo tan solo pensaba en destruir mi ego, en librarme de él como fuera, me condenaba, me autoproclamaba monstruo.

Nunca lo fui, nunca lo seré, salvo en mi mente.
Y triste es que lo pensara tanto... Que creyera que, levantando una coraza dura, nadie me iba a dañar.

Es cierto, nadie me dañó... Salvo yo mismo.
Los que me seguís de hace tiempo lo sabéis, sabéis lo mucho que en el fondo me odiaba.
Y lo acepto.

Fue empezar a amarme y todo cambió, no soy ningún guru ni nada por el estilo.
Soy una persona que ha pasado por muchos infiernos, que ha sido débil, dependiente, egoísta... He sido negativo, pero todo eso me ha enseñado.

Sigo aprendiendo, sigo sanando... Pero ya estoy orgulloso de mí, ya no me odio, al contrario... Y a mi ego, ese niño herido, lo mimo y le doy el cariño que yo le negué, que yo me negué.

Hoy y cada día de mi vida, elijo hacer las paces con mi mente, recordar como una enseñanza el pasado, y no agobiarme por un futuro que no existe, al menos, no todavía.

Sé que habrán pruebas, sé que habrán cosas que me duelan, seguiré siendo humano e imperfecto... Pero responsable y consciente de todo, sin piloto automático, amándome.
Os amo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario