A mí ego le apetece contar una historia...
Un niño que quería a su papá:
Papá, no entiendo por qué discutes con mamá, yo os quiero a ambos, aunque discutais.
Papá, ¿por qué te vas sin esperarme? Solo te veo un día a la semana desde que os divorciasteis.
Papá, me agarras del hombro pero te noto frío, noto que no me quieres en verdad, todo es mi culpa, soy el único malo, y mamá, es la peor, según tú.
Papá, ¿por qué te pones contento al dejar a mamá sin casa, sin pertenencias, sin mí? ¿Por qué te emborrachas, por qué me abandonas?
Papá, ¿por qué me desprecias, que te hice? Por qué quieres que odie a mamá?
Papá, por favor no me hagas sentir más mal, apóyame, te necesito, todavía te quiero.
Papá, eres un monstruo... No me dejas ver a mamá, dices cosas horribles de ella... Pienso en matarme, y en matarte, te odio...
Papá, no me hables más... Me has destrozado las ilusiones, el corazón... Me echaste de casa, no me pasas la pensión, insultas a mamá, me abandonas, ¡¿es que hay algo que sepas hacer bien!?
Papá... Comprendo que tan solo eres una víctima más, cuya historia no fue contada, no te amas a ti mismo, y jamás podrás amarme, no pasa nada...
Papá, gracias por enseñarme, a ser fuerte sin ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario