sábado, 3 de febrero de 2018

Aceptando el rechazo

No podemos controlar lo que hagan los demás... Y cuando nos molesta, es porque no lo aceptamos en nosotros.
Sé que cuesta de creer, pero ayer lo volví a comprobar, y voy a poner el ejemplo.

Iba por la calle con mis amigos... Y yo soy una persona que va rápida, y que tiene un andar "femenino" según cánones de la sociedad.
Un grupo de chicas, adolescentes, iba detrás nuestro y me empezaron a imitar, siendo yo el objeto de dicha burla.
Cuando mis amigos me lo contaron, ¿que creéis que hice? Nada.
Nada, porque es algo "cierto", sé como soy, como me comporto, pero es algo que me nace. Tampoco es nada malo, y además... Pensé y dije en la falta de amor tan grande que tienen ciertas personas, que para llenarlo, inflan su ego, atacando al exterior, todo con tal de no asumir lo que sucede en su interior.

Y es así de simple... Fue una noche genial, disfruté con mis amigos, personas que me aceptan plenamente y con los que puedo estar bromeando o hablando en serio, me quieren, y están.
No tiene sentido arruinar un presente feliz por defender a mi ego.

Porque realmente, si cambias tu percepción, nada te puede afectar. Porque si uno se ama y se acepta, dices, vale, soy en parte femenino, ¿y? Vida solo hay una... Vivamos, estemos presentes, disfrutando, y cortemos de raíz, para empezar a cultivar un amor tan grande que ilumine el mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario