viernes, 16 de febrero de 2018

El niño ego y viceversa

¿Por qué me ignoras tantas veces? ¡Hola, sigo aquí! Me haces daño cada vez que te vas, cada vez que me abandonas.

Dependo de ti, ¿sabes? Así como de papá y mamá.

Los otros niños no me quieren... ¿Soy raro? ¿Qué soy? ¿Y si por una vez me dejas estar a tu lado sin juzgarme? Deja también a los otros niños, me han hecho daño... Pero es que a ellos también les han hecho daño.

Solo quiero jugar, no distingo lo que está bien de lo que está mal, me has de enseñar tú.

Necesito que me ayudes, que me salves, que cuando me caiga, me levantes.
Necesito tus abrazos, tus mimos, pero estás tan ocupado siendo mayor, que ya no tienes tiempo para mí.

Aparezco en tu vida de muchas maneras, y si no me haces caso, no me voy.

Me gusta jugar al escondite, que me encuentres, porque estoy herido.

Necesito que cures mis heridas, que me cantes, que me alegres.

Yo a cambio te doy luz, y lloro, claro que lloro, soy humano también.

Gracias por darme vida, intentaré que seamos felices, dame mi lugar, y ya no estaré solo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario