viernes, 4 de mayo de 2018

Tú...

Tú, que aún estás por conocerme.
Tú, no sabes hasta que avernos descendí para hallar mi luz, cual fue el precio de mi libertad, de mi vida actual.

No sabes cuanto sentí, ni cuanto sufrió mi sensible corazón.
Pero confío en el Universo, en el Dios que todos llevamos dentro, el que nos auxilia cuando escogemos el amor en vez del miedo.

Aprendí que todo escapa a nuestro intento de control, que nada nos pertenece, que estamos de paso, así que... ¿por qué ser infelices en esta efímera existencia? Aprendí a que no podemos escoger lo que nos sucede, solamente podemos escoger como sentirnos al respecto y las acciones a llevar a cabo.

Tú decides...

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