Las verdades que tanto defendemos son las mentiras que hemos decidido creernos.
¿Quién puede asegurar tener la verdad?
Quién puede asegurar conocer como vivir mejor? Las respuestas son... Nadie. ¿Por qué mis creencias son más importantes que las tuyas? ¿O menos?
Me gustaría que todos nos hiciéramos esas preguntas cuando alguien trata de "enseñarnos".
Es incómodo cuestionar siempre todo, pero solo así llegaremos al sentir... A la verdad que nos sirva a nosotros.
Tenemos un problema (yo el primero) con "endiosar" a los demás... Ya sea un político, un cantante, un actor, un futbolista... Solo por el hecho de que observamos que dicha persona es admirada y apoyada por lo que hace, automáticamente nos despierta un sentimiento de admiración que, bien gestionado, está bien, pero que nos puede llegar a cegar, a no ser coherentes ni realistas.
El día que admiremos a un médico, a un policía, o a un bombero, al igual que lo hacemos con "famosos", ese día, ya habremos avanzado para crear "un mundo mejor".
Y repito, yo soy el primero que incumplo... Porque soy humano, pero al menos puedo "observarme" y no "endiosar" demasiado.
Tenemos miedo de ser "egoístas", y de seguir nuestro propio camino... Busquemos en nuestro interior, pues todos somos tan "sabios y valiosos" como aquellos a los que admiramos (que simplemente nos reflejan nuestra luz interior).
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