Duele de cojones estar presente, porque sigue habiendo el mismo niño interior, esperando a recibir amor.
Sigue siendo triste... La mayor parte de veces, aunque ya no está furioso.
Pero en cuanto lo abrazo... Se llena de amor, amor y agradecimiento por todo lo que hay en su vida, por todo lo que el Universo le ha ayudado a ser.
Su vida es mejor cada día... Y cada momento que paso con él, es milagroso.
Ser consciente duele, pero más duele abandonarle... Abandonarte, abandonarme, en búsqueda de unos sentimientos que solo yo puedo generar.
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