La verdad... A veces pensamos que estamos sanando... Y bueno, admitir todo es el primer paso.
Pero todo, es todo... Porque, hablando claro, cuando hay mucha mierda que limpiar... Hay que limpiar el corazón, para poder sanar después.
Hay que discutir y sacar los egos... Si, a veces la única forma es deslumbrar lo oculto en ese rincón, enfrentar a nuestros monstruos internos, reflejados en el exterior.
Todos somos el reflejo del otro... Y nuestro mejor maestro es precisamente aquel que nos hace daño, más bien, a nuestro ego.
Pero hay que hacerle caso... Si se le ignora, se pudre todo.
Y esta noche lo he comprobado, no escribo todo esto siendo un guru... Si no porque lo vivo, lo siento, y lo pienso.
Aprendamos todos de mis vivencias... ¿Os parece?
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