Hazlo... nadie lo puede conseguir salvo tú.
Para ello... has de alejar de tu vida todo aquello que te resulte perjudicial, incluyendo a personas... para ello debes valorarte a ti mismo y también a los demás.
Cada uno tenemos nuestro final feliz, una vez que lo encontramos, jamás hay que dejarlo escapar... el libre albedrío nos da esa posibilidad, también la de adaptarnos a cualquier situación.
Claro que para lograrlo has de enfrentarte a los peores demonios... los tuyos, los que te atormentan... siempre al acecho, siempre dispuestos a consumir tu luz.
¿Merece la pena? juzga por ti mismo... quizás hasta te sorprendas de saber la respuesta... acéptate tal cuál eres, llora si has de hacerlo, y sigue adelante... sonriendo a las adversidades.
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