Éste "Dios"... realmente era humano, un chico de pura luz al cuál la oscuridad le sedujo y le contaminó... le cubrió con su manto protector... muchos al ver su aspecto, y su apariencia, no le creyeron.
Él se autoproclamó superior, para poder tener una guerra sin fin... tenia magia, magia realmente poderosa basada en ambas energías... para acallar los rumores que desmentían su origen divino, justificó sus apellidos terrenales, y asesinó al propagador.
Se encontró con otro humano... que iba de aquí para allá, salvando a los demás, sin rumbo, sin hogar... le ofreció el suyo, sin pedir nada a cambio... sin duda fue un gran aliado a la hora de detener a los responsables del caos.
Varios curiosas preguntas le hicieron dudar... ¿podía hacer inmortal a alguien? ¿podía proteger a todos los habitantes con su poder? ¿realmente era un Dios? y él, con seguridad, respondió que los únicos seres que podían ser inmortales eran los Dioses... que acabaría con el conflicto, protegiendo al mismo tiempo a sus seguidores, y que efectivamente, era un Dios... de luz y oscuridad, el que hacía justicia.
La pregunta que nosotros deberíamos hacernos es, ¿tenemos a un Dios en nuestro interior? si confías en ti mismo, en tu fuerza, en tu propia magia... serás capaz de lograr lo que te propongas, quizás no salves a nadie... pero te salvarás a ti mismo, del terrible conflicto que se libra entre tu mente, corazón, y alma.
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