martes, 28 de noviembre de 2017

Aceptar sin resignarse

Me pasa algo que sin duda os sonará... Los problemas cotidianos, me van superando... Llega un punto en el que la ansiedad se apodera, en el que la negatividad, toma el control, y comienza ese auto-desprecio que tanto tememos, que tanto me asusta.

Porque ya no me avergüenza reconocer, que hay partes de mi personalidad, egos, que me asustan verdaderamente.

Y eso genera que, cuanto más rechazas, más fuerza y poder tiene en tu vida.

Por lo tanto creo que lo más sano, lo que te puede procurar felicidad, la auténtica, aparte de vivir el presente, es agradecer.

Si, algo tan simple como agradecer, porque tenemos mucho.

Tenemos negatividad, y positividad, buscar el equilibrio, y sobre todo, enfocarse en aquello que nos da paz y nos llena, es el camino de la sanación... Al menos es el que yo seguiré.

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