miércoles, 11 de mayo de 2016

Volando en libertad

Una vez pasas por la etapa primigenia, pura... caes en la oscuridad sin perder tu brillo, comienza la etapa luminosa... en la que tu luz brilla con más fuerza que nunca.

Es la etapa en la que logras aceptarte a tí mismo, con tus imperfecciones, con tus miedos, con tus defectos... y con tus perfecciones, tus sueños, tus virtudes.

Es la etapa en la que dejas que todo suceda, en la que dejas de preocuparte tanto por lo que hacen los demás y te ocupas de lo que haces tú por mejorar y equilibrar la balanza.

Sabes amar, y te dejas amar... no hay nada imposible, y confías... sabiendo que en cualquier momento pueden romperte el corazón, pero no importa, pues una y otra vez sabrás reconstruirlo con el mejor material, el amor y los buenos sentimientos.

Aprendes a bailar bajo la tormenta, a bailar en arenas movedizas, y a valorarte... a mimarte, a ser consciente de que tu opinión es la más importante.

A la vez, aprendes a valorar más que nunca a los que amas y te corresponden, amigos, familia... te marcas metas, objetivos... lo que pides se te es concedido, cuando llegue el momento y estés preparado para recibirlo.

La magia existe de nuevo... nunca se fue de hecho, y esta vez, no tiene precio...

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