A cada uno la felicidad le viene por un motivo... pero hay cosas que deberían ser comunes.
Amar, sentirse amado... tener una actitud positiva, luchar sin rendirse... aceptar que todo va, y todo viene.
La vida es demasiado bella como para desperdiciarla con lamentos... y no necesitas que nadie te diga lo que tú ya sabes... que eres especial, único, e irrepetible.
Que sin ser perfecto, eres maravilloso y solo por el hecho de existir eres grande.
Tú mismo te empequeñeces al minusvalorarte, al dejar que los demás te den el empujoncito y te conforten eternamente.
Valórate, amate, confía en tí, abre tu mente, pero especialmente, abre tu corazón.
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