domingo, 5 de julio de 2015

El Principe Sombrio

Érase una vez... un reino mágico, dónde la luz y oscuridad estaban en constante lucha, la oscuridad, inmensa, aplastante... la luz, escasa, pero muy poderosa. En ese reino, había un príncipe, muy bondadoso y que no conocia la maldad. Su padre, era un rey tiránico, que despreciaba a las personas, y que lo maltrataba, con sus hirientes palabras, humillaciones... usaba la oscuridad para dañarlo.
Por suerte, la reina no era asi, ella era fuerte, y cuidaba de su pequeño... hasta que un dia, el rey fue más poderoso, logró acumular suficiente oscuridad, y destrozó el corazón de la reina.
Ella cayó en desgracia, habiéndo perdido su luz, perdió la compasión y la empatia, su corazón, se volvió de piedra.

El principe, temeroso de que el rey acabara con la reina, se quedó con él a cambio de que su madre estuviera a salvo.
El rey prometió cambiar, pero tan sólo fue una ilusión... en cuanto tuvo el cariño de su hijo y admiración, aplastó su endeble corazón, rompiéndolo en mil pedazos.
El principe huyó del castillo, y se mezcló con la plebe, concretamente con un grupo de eruditos, que lo apoyaron y le descubrieron una forma de ir sanando ese corazón, escribir relatos acerca de su sufrimiento.

Al cabo de unos años, encontró a su madre, destituida de su cargo y sola... ya no era la misma, definitivamente no pudo soportar la oscuridad que tiempo atrás empezó a consumirle.
Y entonces, ella también le destrozó el corazón, con frias palabras.

El principe, hundido, se dedicó a buscar a un ser mágico conocido como el Ave Fénix... lo encontró, y le pidió que le concediera amor, lamentablemente el amor no tiene precio, puesto que es la magia más poderosa de todas.
Pero el ave, le ofreció una alternativa, transferirle las llamas infernales, mezcladas con pura oscuridad, le explicó que la oscuridad en si misma no era mala, que dependía del uso que le diera cada persona podia ser beneficiosa o perjudicial.

El príncipe aceptó, sin embargo, esta magia si tenia un precio, la oscuridad lo dividió en dos, y la luz fue confinada en una mitad.
Asi que por una parte, estaba su esencia luminica, y por otro lado, su versión oscura, llena de oscuridad y fria como el hielo.

El príncipe volvió al castillo, derrotó a los guardias sin esfuerzo, y le arrebató la oscuridad a su padre... dejándolo solo, con sus recuerdos, nunca más supo de él, pues lo dejó atrás.

El príncipe encontró a mucha gente buena saliendo del reino, nobles, plebeyos, hechiceras... cada uno de ellos le aportó algo, y le dio el amor y el cariño que él tanto necesitaba, por cada acción y palabra recibida con amor, su parte oscura se debilitaba. Aún con todo, el príncipe no podia ser feliz... con su luz interior, pudo rescatar el amor de su madre, y se quedó a su lado.

Finalmente, el príncipe siguió buscando su final feliz, dejando constancia de sus aventuras... escritas con lágrimas de sangre.

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