martes, 1 de agosto de 2017

Títere del destino

Yo podría haberlo sido... si me hubiera conformado con el sacrificio exigido.
Mis opciones eran, por un lado ser víctima, hundirme, o ser el verdugo que tanto sufre en las sombras... La oscuridad parecía ser la única posibilidad, la única salida, la más acertada, en lo que todo desembocaría.

Pero no, no podía aceptar eso, no quise aceptarlo... pues si me rendía, ya no podría seguir adelante, ni tan siquiera mirarme al espejo.

Así que, con mucho esfuerzo, empecé a cambiar... deje de repetir patrones tóxicos que me dañaban, de alimentarme en la oscuridad, y comencé a tomar las riendas de mi vida, a ser el protagonista. Comencé a afrontar mis miedos, a mis peores demonios.

Las personas, las situaciones, crearon demonios en mí. Y otras tantas, crearon ángeles.
La luz jamás se extinguió, tan solo languideció, disminuyendo su intensidad... brilló a pesar de las lágrimas, a pesar de la tristeza, brilló y las lágrimas dejaron paso a sonrisas.

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