viernes, 19 de agosto de 2016

Recuerdos olvidados

Hoy todo era diferente... me desperté en una cama enorme... a mi derecha, una ventana circular... con vistas a un floreciente jardín.
Salí... me encontré con un chico alto, rubio... que transformando su mano en hielo, me saludaba amablemente... me guió hasta la sala, pues yo no sabía en que extraño lugar me encontraba.
Una vez allí... no daba crédito a lo que veían mis ojos... una enorme mansión, roja con toques dorados, todo un lujo... se me acercó un señor mayor, parecía el dueño... me dio la bienvenida cordialmente, a mi nuevo hogar.
Me dijo... que todas las personas que vivían ahí, eran familia mía... que llevaban mucho tiempo aguardando mi llegada.
Comí, cené con ellos... me enseñaron toda aquella mansión, enorme, bella... con sus salas, antesalas... recovecos, el jardín... finalmente... celebraron una fiesta en mi honor, en la que se despedían de mí... poco a poco, se acercaba el momento en el que me tendría que marchar, yo no quería... pero ese lugar todavía no me pertenecía.
Uno a uno... me abrazaron, pero no de forma normal... sus abrazos eran cálidos, me transmitían luz... abrazos de alma, pensé... nos dijimos cuanto nos echaríamos de menos... les hice saber, que los amaba... que nunca lo olvidaran, pues algo en mí me decía que me marcharía... y no volvería, al menos, no por el momento.
Finalmente, en el salón central... me despedí del señor mayor... el cuál me dijo algo, que me marcaría y me acompañaría... quizá seamos ilusiones, quizá no... pero nuestros sentimientos son verdaderos... Nunca olvides quién eres.

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