Puro, sin una pizca de maldad... frágil, inocente e ingenuo... así era él, tan solo un niño, un niño que deseaba ser aceptado y comprendido... su único final feliz era saber lo que es sentirse amado y valorado, tener amigos, una familia que lo quisiera.
¿Y qué hicieron? lo destrozaron... le manipularon, humillaron, haciéndole sentir inferior.
Él tan solo quería ser como los otros... sentir que encajaba en el mundo, importarle a alguien.
Así que un buen día, tras muchos años de constante maltrato... pese a que intentaron salvarle, ya era tarde, demasiado tarde.
Pese a que algunos le pidieron disculpas... él murió, su sombra, surgida del dolor tomó su lugar... y desde entonces, su final feliz es poseerlo todo, al precio que sea... es lo que ansían todos los villanos, todas las sombras.
Él mismo se acabó aceptando... y aprendió una lección, el que nace maldito, muere maldito... nadie amará a la oscuridad, pues nadie la sintió en carne propia ni sufrió lo que él sufrió.
Jamás podrán entender... solo él, y a pesar de todo... su luz no se apaga, ni ha dejado de amar... ni de ser sensible, y en el fondo su final feliz sigue siendo el mismo... no sentirse huérfano.
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