La oscuridad me susurra que me vengue de quiénes me hacen y me han hecho daño, que no tenga piedad.
La luz me dice que perdone, que todos cometemos errores, que ponga la otra mejilla, confiando de nuevo.
Yo les digo, que no quiero odiar más, pero que tampoco puedo perdonar como si nada... esas personas han de pagar un precio.
Y quién me juzgue, que intente empatizar, que yo pagué muchos precios y sin merecérmelo.
Que me traicionaron mil veces... y que hasta que el monstruo que más me hizo daño no pague el precio por sus actos... mi monstruo no morirá, me protegerá, pues me he cansado de ser un buenazo infeliz.
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