lunes, 22 de mayo de 2017

Alma más allá de las apariencias

Esta historia siempre trató sobre mí... un niño que nunca fue consciente de su potencial, que por el hecho de ser diferente, de tener otra vibración, fue rechazado. Nunca fuí perfecto... pero pocas personas tuvieron fe en mí. Y otras pocas, después de hallarme en la soledad y oscuridad de este inhóspito mundo, vieron lo que ni siquiera yo veía. Me vieron, detrás de las lágrimas, de la coraza, detrás de todo... y me sacaron, dulces palabras que me calaron muy hondo y que jamás olvidaré. Y poco a poco, fui floreciendo, poco a poco, fui cambiando, aprendiendo de golpe, madurando. Y mi esencia se ocultó, temerosa. Mi personalidad se marcó, y toda la tristeza, rencor se volvió. Una coraza que parecía inquebrantable me protegió... sin saberlo, me hice fuerte, pero también débil a cambio, era un precio a pagar. Y otras personas, distintas, se encargaron de penetrar esa coraza, de romperla... muchos años, mucho tiempo ha pasado. Y aprendí a vivir, a disfrutar de verdad... y a no depender emocionalmente, a tener relaciones humanas sanas. Y la gente falsa se fue, ahuyentada. Y la gente sincera y pura de alma se quedó. No puedo creer que haya llegado hasta aquí... y agradezco mucho siempre, porque fui ayudado, por el amor y la luz que recibo. Porque la vida me hizo frío, pero también compasivo, duro pero sensible. La vida me enseñó a amar mi oscuridad, y a iluminar con luz. Y sigo aprendiendo, diariamente, y me sigo sorprendiendo. Y al fin vivo conscientemente, y si muero, será otra transformación, aunque creo que todavía me queda mucho por pelear, ya conocéis el dicho, mala hierba nunca muere.

No hay comentarios:

Publicar un comentario