sábado, 10 de septiembre de 2016

Indagando...

Quién te quiere, te lo demuestra...
No es necesario que constantemente lo busques, que le hables...
Si realmente le importas a alguien, se preocupa, te pregunta cómo estás, hace lo posible para verte triunfar, o para ayudarte a levantarte cuándo te caes.

Algo llamado costumbre, me frena...
Algo llamado ego, me confunde...
Realmente ya no duele, ya no te causa nada, simplemente, aceptas.

Por ser original te desprecian, te ignoran, o te envidian...
¿Y qué? Realmente el amor que más nos tiene que importar es el que sintamos por nosotros mismos.

Las personas vienen y van...
Te enseñan, te ayudan, o te desestabilizan...
Todo con un fin...
La cuestión es, ¿para qué fingir?
Lo mismo que dan es lo que deberían recibir.

Dicen que perdonar es de fuertes, pero olvidar, de inteligentes.

Nuestro destino desemboca en el mismo lugar...
Así que, ¿para qué odiar?
Ignorar, ya es otra cosa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario